- Encadenado por una pesada carga,
Bajo una carga de culpa y vergüenza.
Entonces la mano de Jesús me tocó,
Y ahora ya no soy el mismo.
Me tocó, oh, me tocó
¡Y oh la alegría que inunda mi alma!
Algo pasó y ahora lo sé
Me tocó y me sanó.
Desde que conocí a este bendito Salvador,
Desde que me limpió y me sanó,
Nunca dejaré de alabarlo,
Lo gritaré mientras la eternidad rueda.
Me tocó, oh, me tocó
¡Y oh la alegría que inunda mi alma!
Algo pasó y ahora lo sé
Me tocó y me sanó.
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